1. Fuera miedo. Tecnología y arte no somos agua y aceite.

A todos nos asusta un poco el cambio. El temor a lo desconocido, a dejar la zona segura y aventurarse un poco a tientas nos emociona, pero también nos plantea muchos retos. Como docentes de artes plásticas, como docentes, como humanos. Hilemos hasta lo más profundo de nuestro ser: la parte escencial nos anima a construir conocimientos permanentemente. Como profesionales de la docencia y de las artes, debemos ser maestros en leer los tiempos y contextualizar nuestra labor a los estudiantes a quienes pretendemos acercar a la experiencia artística. Son jóvenes envueltos en la inmediadez, en la abundancia de información, con un "sexto sentido digital" que no nos viene a nosotros incorporado como a ellos. Pero esto no quiere decir que no podamos ser un puente, que nuestra función pedagógica quedó truncada o que nos olvidemos de este asunto "moderno" que ya no es tan moderno, que dejó de serlo hace una hora. Las tecnologías de la información y la comunicación, que en lo futuro abreviaremos como TICs, son una herramienta pertinente y necesaria para la docencia, y no deben ser vistas con absoluto recelo. Son un pilar fundamental en la educación de los niños y adolescentes, quienes son nativos digitales. Un texto muy completo sobre este término es el artículo que les ofrezco a continuación:

Para ampliar sobre las TICs y sus posibilidades en el ámbito educativo, podemos analizar el contenido del siguiente video:



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Conclusión